“A pesar de que soy muy chora no dije nada, me quedé para dentro”
Venía de vuelta del banco ubicado en el Mall Plaza Tobalaba. Mi casa queda cerca de este lugar y como de costumbre decidí caminar. Pasé por la calle Los jardines y sentí la presencia de un auto. Iba un poco pensativa y a la vez molesta porque mi trámite bancario había fracasado, estaba en las nubes, cuando un paró al lado de mío y escuché la voz de un hombre que me preguntó por una dirección. “¡Disculpa!, me dijo, ¿dónde está el pasaje ‘x’?”. Y yo, como iba en otra onda le contesté: “No sé, acá no hay ningún pasaje con ese nombre. Esta calle tiene pasajes con nombres de flores y más arriba tienen motivos de la isla de Pascua”.
Como iba pensando en otra cosa no le presté más atención y seguí caminando, pero el tipo no se dio por vencido y justo cuando iba a cruzar el paso de cebra, cruzó en su auto y me dijo: “¡Oye, pero dónde queda…!”. Ahí fue cuando me di cuenta que el asqueroso se estaba masturbando. A pesar de que soy muy chora no dije nada, me quedé para dentro. Muchos dicen “ay, yo le hubiera dicho un par de ‘chuchadas‘”. Créanme que lo pensé, pero en el momento uno se bloquea. Después que reaccioné, anoté el número de la patente del vehículo y fui a la comisaría más cercana. El carabinero que me atendió me dijo que eso no se podía denunciar, que era como daño moral y a las buenas costumbres y que debía presenciarlo un funcionario público, me paré indignada. Con mi afán justiciero fui a otra comisaría donde un carabinero sí me ayudó y puso la denuncia. Estoy a la espera de que me llamen de la Fiscalía.