“Me empezó a dar miedo y desagrado hacer el camino de siempre”
Hace meses comencé mi práctica profesional y empecé a salir de lunes a viernes hacia el metro, a la misma hora a la que llegan los albañiles a las construcciones que hay por mi barrio. En el camino de siempre me cruzo con muchos de ellos y todos los días me acosan. Al principio me fascinaba caminar a esa hora, con aire fresquito y escuchando música, pero después de esto me empezó a dar miedo y desagrado hacer el camino de siempre. Primero, pensé en cambiar de ruta pero llegaba atrasada; luego, le pedí a mi papá que me fuera a dejar pero igual me acosaban, hasta que empecé a responder los insultos a todos, con garabatos y gestos, y exponiéndome a que me pegaran, qué se yo.
Fue tanto el estrés que me empezó a salir caspa por primera vez en la vida. Cuando hablé del tema con mi mamá y mi ex pareja, diciéndoles con impotencia que no entendía que me hicieran tanto daño si yo no les he hecho nada, se rieron y me dijeron que eso pasaba siempre y que no iba a cambiar.