Diputada Marcela Sabat sobre Ley de Respeto Callejero: “Es visibilizar una realidad escondida por el machismo de esta sociedad”
Marcela Sabat, diputada militante de Renovación Nacional (RN) y miembro de la comisión de Seguridad Ciudadana, es una de los/las diez legisladores/as que apoyaron la moción del proyecto de ley Respeto Callejero. Aquí, explica por qué decidió patrocinarlo. Revisa la siguiente entrevista.
El día en que la comisión de Seguridad ciudadana de la cámara baja aprobó la idea de legislar el proyecto de ley “Respeto Callejero”, la diputada por Ñuñoa, Marcela Sabat (RN), era una de las más contentas. La parlamentaria cuenta que ha sido un proceso difícil, ya que desde el comienzo recibió comentarios “fuera de lugar” de sus colegas por patrocinar la iniciativa de OCAC Chile.
En la siguiente entrevista, Sabat relata sus motivaciones para llevar adelante el proyecto de ley.
—¿Por qué tomó la decisión de patrocinar el proyecto?
—Porque es una realidad que ha sido escondida durante años, pero particularmente porque con esto destapamos la vergüenza que han sufrido hombres y mujeres. Creo que es bueno como señal legislativa y política, que nos demos cuenta que existe y que altera a las personas de forma física y psicológica.
—¿Por qué Chile necesita este proyecto?
—Porque primero, tenemos un gran vacío legal. No es sancionado, no tenemos una figura jurídica para denunciarlo y segundo, porque es visibilizar una realidad muy escondida por el machismo de esta sociedad. El hombre se siente con el derecho de culpar a las mujeres por estas situaciones y en ese sentido, me incluyo, hemos sentido esa vergüenza y hemos dejado que pase. Hay que aclarar que no es culpa de quien lo sufre, sino del hombre o la mujer que extiende este acoso sin razón más allá que para satisfacer su mente enferma. En términos probatorios, será más difícil, pero es muy serio el proyecto. Entrega una señal cultural los ciudadanos.
—Habló sobre le culpa que sienten las mujeres y se incluyó. ¿Cuál ha sido su experiencia?
—Haber tenido que callar por mucho tiempo y cuestionarme si mi falda es muy corta o caminar por la calle sola. Preguntas que uno se hace injustamente, porque estas personas no tienen derecho a acosarte en esos términos, es importante que se abra la posibilidad de denuncia, porque el acoso callejero es una actitud delictiva.
—Usted mencionó la diferencia entre las mujeres que reciben esta violencia, pero ¿en qué momento se dio cuenta que era violencia de género?
—Una va tomando experiencias y escuchando vivencias de otras personas. Cuando una empatiza, generalmente conoce de más casos. No hay que olvidar que el más del 90% de las agredidas son mujeres, pero también hay un porcentaje del 55% de hombres que lo han sufrido. Efectivamente es una realidad que viví en varias circunstancias, pero sentía que era mi culpa. Para mí es un compromiso muy importante.
—Estas situaciones se pueden ver en el ámbito laboral, ¿qué opina sobre ello?
—Claramente existe, todos hemos trabajado en el área privada y sabemos lo que significa y vuelve a manifestarse en la sociedad desde sus inicios, donde el hombre cree que tiene poder para ejercerlo sobre la mujer, como método de presión para seguir en el trabajo. Hay mujeres que por necesidad lo callan, porque hay que llevar el pan a la casa, es complejo. El medio probatorio es difícil, pero la carga emocional es muy fuerte.
—¿Ha sido difícil llevar este proyecto en el Congreso?
—Lógico. Desde un comienzo hubo comentarios fuera de lugar y también comunicacionalmente. No solo entre parlamentarios, sino que los medios de comunicación ayudaron a que se reflotaran y se visibilizaban por los piropos más que el fondo del proyecto. Cuando hay un proyecto firmado y quienes patrocinamos somos de todas las tendencias políticas, se marca un precedente importante. Por eso creo que es importante que se trasmita esta realidad.