“Cuando yo sea mayor estaré entrenando a otras chicas, para que los slums (barrios pobres de Kenia) se llenen de super heroínas y no tengamos que tener miedo nunca más” dice Teresa.

Sarah Achieng, campeona de boxeo de África del Este y Central en la categoría de peso pluma, es miembro del equipo keniano Box Girls. / SEBASTIÁN RUIZ para lanación.cl

Nairobi es la capital de Kenia, una ciudad pluriétnica y multireligiosa donde convergen la explotación, la pobreza y la violencia, sobre todo hacia la mujer. Insertas en esta realidad machista, un grupo de mujeres ha encontrado en el boxeo una forma de empoderarse y generar lazos en la comunidad.

De acuerdo expresó al medio escrito La Nación Sara Achieg, campeona de boxeo femenino africana, “las mujeres aquí viven una inseguridad altísima. Hay muchas violaciones y embarazos precoces. Bastantes chicas contraen el VIH a causa de estos abusos”. De acuerdo a datos entregados por el Nairobi Women’s Hospital, cada media hora, una mujer es violada en Kenia.

Ruth Mumbi, activista y una de las una de las fundadoras de Bunge la Wamama Mashinani (BLWM), expresa para elpaís.com, que “el patriarcado keniano en el gobierno ha dejado un vacío legal que permite la humillación de las mujeres. La tendencia emergente en Kenia de desnudar a las mujeres en público es muy preocupante. A mi modo de ver, el poder masculino castiga a la mujer, degradándola y robándole la dignidad”.

Jean Atieno, o Sonko como la conocen, una mujer de 26 años que boxea desde los 19, es la profesora de un grupo de niñas kenianas de 13 años. Su lema es ‘Chicas fuertes, comunidades seguras’. Explica que “No nos referimos a luchadoras. Somos boxeadoras, no belicosas, y si luchamos es para defendernos, no para pelear porque sí”.

Gracias a este proyecto de boxeo, las chicas son capaces de defenderse frente a agresiones físicas y adquirir confianza ante una serie de situaciones diversas. Además de las clases de defensa también reciben charlas sobre sus derechos y adquieren valores hacia la comunidad.

Teresa, de 13 años, es campeona en esta disciplina, y expresa que más allá de lo que pase con su carrera de boxeadora, le interesa mejorar su entorno.  “Cuando yo sea mayor estaré entrenando a otras chicas, para que los slums (barrios pobres de Kenia) se llenen de super heroínas y no tengamos que tener miedo nunca más” dice Teresa.

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