“Los piropos me hacen sentir insegura, vulnerable y sola”
Tenía menos de 10 años la primera vez que un exhibicionista decidió invadir mi espacio y lamentablemente no fue la única. Cuando iba en 5º básico, un degenerado me llamó por teléfono para pedirme que me tocara, haciéndose pasar por doctor. Los “piropos” me hacen sentir insegura, vulnerable y sola. Creo que, ya después de muchos roces incómodos en las micros, es momento de decir basta; merecemos más respeto y debe existir menos tolerancia o vista gorda. Lo que me pasó le pasa todos los días a nuestras hermanas, amigas, hijas y nietas. Creo que no es un asunto de género, sino avanzar hacia una sociedad más sana.