“Más me hubiese gustado que nunca pasara, ni a mi ni a ninguna otra adolescente”
La situación que más me marcó fue a los 15 años cuando salí de mi casa a tomar la micro para ir al colegio. Al llegar a la esquina, veo a un hombre que a plena luz del día se estaba masturbando mientras me miraba pasar. Quedé paralizada, nunca había visto tal escena, no supe qué hacer. Lo único que atiné fue a no mirarlo y seguir caminando lo más rápido posible.
Para mi mala suerte, esta misma escena, con ese mismo sujeto, la tuve que presenciar casi todos los días por un tiempo. Nunca supe si sabía a la hora que yo salía de mi casa en las mañanas, pero supongo que sí, porque por varios meses tuve que enfrentarme a esa horrible situación. Nunca lo conté y no tenía con quién irme a esa hora, por lo que siempre pase por ahí sola. Ahora pienso que me hubiese gustado mucho tener la valentía y determinación que tengo ahora para enfrentar este tipo de situaciones, pero más me hubiese gustado que nunca pasara, ni a mi ni a ninguna otra adolescente.