“Ni siquiera recuerdo haber tenido miedo, solo quedé profundamente impactada”
Tenía 11 años e iba caminando a mi casa, cuando un hombre en un auto me preguntó por una dirección. Amablemente le indiqué donde quedaba la calle que buscaba. Luego me preguntó si conocía a una persona que supuestamente vivía por ahí y yo le dije que no. Comenzó a preguntarme por mi edad y a decirme que le gustaban mis senos, entonces miré el mapa que tenía en sus manos y descubrí que se estaba masturbando. Ni siquiera recuerdo haber tenido miedo, solo quedé profundamente impactada.