“Ninguna mujer debería botar su mini favorita por culpa de un viejo sin escrúpulos”
Esto ocurrió cuando era más chica, tenía unos 16 años más o menos. Usaba una mini verde que era mi favorita y paseaba por el centro. Sin fijarme pasé cerca de un café con piernas que se encuentra en Paseo Ahumada, cuando sentí un agarrón. No supe qué hacer, corrí y me alejé llorando hasta mi casa. Nunca más me puse una falda corta y hasta el día de hoy paso bien lejos de ese café con piernas.
Espero que con la labor que está llevando OCAC se eduque para que esto no le ocurra a nadie más. Ninguna mujer debería botar su mini favorita por culpa de un viejo sin escrúpulos.