“No es un halago cuando violan tu espacio personal”
Iba camino al gimnasio cuando los típicos conductores empezaron a gritarme groserías. Después, me topé con un tipo que estaba cargando un camión y empezó a susurrarme cosas que ignoré por miedo, entonces caminé más rápido. Luego de eso, otro trabajador que estaba cargando cajas en el mismo camión se me acercó y susurró al oído, traté de esquivarlo pero estaba el camión en el costado. Sentí su cara a centímetros de la mía mientras él me decía que estaba guapa. La verdad, lo único que quería era llorar a pesar de que no significaba nada. No es un halago cuando violan tu espacio personal.