OCAC cambia de nombre: ahora seremos Observatorio Contra el Acoso Chile

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    Siguiendo con nuestra línea de acoso callejero, a partir del 2019 responderemos también a otros tipos de violencia como acoso laboral, acoso sexual online y ciberbullying.

    El 2018, en OCAC cumplimos cinco años de vida, tiempo en el que el entendimiento y las circunstancias relacionadas con el acoso callejero han cambiado: hace cinco años no era considerado como una forma de violencia sexual y no estaba ni siquiera cerca de ser penalizado por la ley. A medida que hemos ido avanzando en la visibilización de esta problemática y logrando objetivos, nuestro trabajo se ha diversificado, llegando a abarcar al acoso laboral, universitario, online, entre otros.

    Para hacer frente a estas nuevas líneas de trabajo, como Observatorio contra el Acoso Callejero Chile, adaptaremos nuestro nombre a Observatorio contra el Acoso Chile, manteniendo nuestra sigla OCAC. En palabras de nuestra presidenta, María José Guerrero, el cambio se explica porque “somos una fundación nacida desde la sociedad civil y nos hemos mantenido atent@s a lo que pasa en ella. El debate en torno al acoso se amplió y por ende tuvimos que adaptarnos para responder y trabajar nuevas líneas de acoso con la robustez que nos caracteriza”.

    En el contexto de esta nueva etapa, una de las acciones que implementaremos es el realizar intervenciones en colegios y liceos sobre acoso y violencia sexual, enfocado en la problemática del ciberbullying que se da en mundialmente en estos espacios. Además, buscaremos contribuir en materia legislativa para que el acoso sea tomado como un problema de Estado. “El nombre Observatorio contra el Acoso Callejero nos quedó chico. Llevamos bastante tiempo trabajando en otras líneas de acoso. Con el cambio queremos abordar estas nuevas aristas, por ejemplo, a través de investigaciones, de la revisión del marco jurídico existente y contribuir desde ellas y desde las intervenciones que hacemos en la calle y con la comunidad” explica María José.

    Estos cinco años han sido de arduo trabajo y desafíos, entre ellos la tramitación en el Congreso Nacional de nuestro proyecto de ley Respeto Callejero que desde sus inicios pretendió la erradicación del acoso sexual en los espacios públicos. Sin embargo, hoy ampliamos la mirada. Para María José Guerrero, “lo que nos moviliza es poder entregar lo mejor de nosotras en pos de la igualdad de género. La violencia sexual es un eje relevante para que las mujeres no seamos hoy sujetas de derecho y ciudadanas de segunda categoría. Es por esto que este cambio nos hace sentido y nos va permitir construir una sociedad más segura y feminista”.