“Sentí que me dieron un agarrón, ¡quede helada!”
Hoy tomé el Metro más tarde. Suelo irme temprano para evitar la hora punta. Estudio en el Liceo 7 de Providencia y lo tomo desde la estación Calicanto hasta los Héroes, para luego hacer combinación hasta Pedro de Valdivia. Hoy, cuando tome el Metro, me di cuenta que el tren que iba delante del mío le estaba saliendo humo y dejó pasado a plástico quemado. El Metro avanzaba lento por lo que se empezó a juntar mucha gente en cada estación y, por ende, mi vagón estaba cada vez más lleno. Cuando llegué a la estación Pedro de Valdivia el olor a plástico quemado ya era insoportable, por lo que cuando se abrieron las puertas, se juntó mucha gente para salir. Avancé lento y justo cuando estaba en el fierro que esta frente a cada puerta, sentí que me dieron un agarrón, ¡quede helada! Me di vuelta para mirar quién me había agarrado y solo vi gente que me empuja para tratar de salir. Seguí avanzando y en la escalera me toqué la chaqueta en la parte del trasero, pensando que quizás se habían masturbado detrás de mí y podía tener semen en la chaqueta. Pensé esto porque a una compañera le pasó en el metro. El agarrón que me dio fue sobre la chaqueta que me cubre el trasero, no fue un roce o que puso su mano, si no que me agarró un buen pedazo de carne.
El Liceo 7 está junto al Metro, cuando llegué en la entrada estaban varias inspectoras, me acerqué a la mía y le comenté la situación, porque todavía estaba en shock. Ella me llevó con la enfermera del liceo, le conté y me puse a llorar. Fueron la psicóloga y la encargada de convivencia escolar, quienes conversaron conmigo y me preguntaron si quería hacer la denuncia. Luego junto con la inspectora general fui a Carabineros y al Metro a dar aviso. Me sentí muy apoyada por mi liceo, porque no se tomó como algo común, sino como algo grave.