“Solo quiero que se haga justicia y se nos respete siempre”
Tenía 12 años cuando ocurrió. Debía de tomar locomoción a mi hogar después del colegio, así que decidí tomar la micro y sentarme atrás. No me di cuenta que había un hombre sentado en la misma corrida de asientos, quien al momento de bajarme, me siguió hasta la puerta y me tocó violentamente la vagina. Yo iba vestida de uniforme, con la falda hasta las rodillas, sin provocarlo.
Bajé desconcertada y llorando ¡Solo quiero que se haga justicia y se nos respete por siempre!