Acoso

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    • 9 de cada 10 mujeres se han sentido observadas morbosamente en una micro, metro o paradero. 
    • Los hombres son reconocidos como los principales victimarios. Un 86,7% declara que la situación de acoso fue realizada por un hombre, seguido de una cifra de 8,9% que fue realizado por un grupo de hombres. Sólo un 1,3% declara que fue una mujer.
    • La cantidad de denuncias formales son bajas, tanto a nivel de denuncia en Carabineros, Policía de Investigaciones o Fiscalía, principalmente por no considerarse efectivos.

     

    Santiago, mayo 2021.- El Observatorio Contra el Acoso Chile (OCAC) lanzó el primer estudio nacional “Sobre experiencias de violencia sexual en medios de transporte y espacios públicos en Chile”, el que tuvo como objetivo abordar experiencias de acoso sexual derivadas del uso del transporte público y privado en Chile. 

     

    Los resultados permiten señalar que del total de la muestra, un 83,8% de las y los encuestados han sido víctima de acoso en la vía pública, medios de transportes público o privado, en donde son más frecuentes los acosos verbales y visuales (sentirse observada/o, recibir silbidos, recibir comentarios sobre el cuerpo), seguidos de los acosos físicos (como ser perseguida/o). Además, cifras alarmantes indican que las personas han tenido experiencias de acoso significativo siendo menores de edad (47,6%).

     

    En el estudio se visualiza que los acosos más significativos, si bien pueden ser realizados por hombres y mujeres, fueron realizados mayoritariamente por hombres o grupos de hombres, hecho que también apoya la “Radiografía del Acoso Sexual en Chile” realizada el 2020. (Ver “Radiografía del Acoso Sexual en Chile”, Observatorio Contra el Acoso Chile, 2020, y Arancibia, et. al., 2017).

     

    En cuanto al sentimiento de victimización, el sondeo destaca que las mujeres son más propensas a sentir miedo de ser víctima de acoso en espacios públicos o en medios de transporte, que los hombres. Para los encuestados(as) los medios de transporte más seguros son aquellos que les permiten movilizarse individualmente como el automóvil (58,7%) y la bicicleta (13,8%). Mientras que los más inseguros son el uso de la micro (34,1%) o transitar a pie (19,6%).

    Situaciones de acoso sexual vividas:

    Situaciones Total Mujer Hombre
    Te has sentido observado/a morbosamente  96,2% 95,2% 4,1%
    Han emitido sonidos como silbidos o besos dirigidos a ti, sin tu consentimiento  92,9% 96,9% 2,6%
    Una persona ha mencionado comentarios sobre tu cuerpo, vestuario o por cómo te ves, sin tu consentimiento y haciéndote sentir incómodo/a o inseguro/a  89,4% 97% 2,5%
    Una persona te ha dicho comentarios, preguntas o ha tenido una actitud que te ha hecho sentir incómodo/a (Ej.: ¿Tiene pololo?, me gustan las mujeres/hombres como tú, ¿por qué vas solita/o?)  82,3% 96% 3,2%
    Se han apoyado sobre tu cuerpo con intenciones sexuales (Ej.: punteos), sin tu consentimiento. 76,2% 96,5% 2,9%
    Te han tocado o manoseado el cuerpo o partes de tu cuerpo sin tu consentimiento  64,9% 93,2% 5,8%
    Te han susurrado cosas con connotación sexual al oído  57,4% 98,1% 1,5%
    Una persona ha tocado sus genitales o se ha masturbado frente a ti, sin tu consentimiento  49,2% 97,8% 1,8%
    Has sido perseguido/a por una persona a pie o en vehículo con intenciones de atacarte sexualmente 43,7% 96,5% 3%
    Han tomado fotografías o videos u otros registros de tu cuerpo, sin tu consentimiento. 19,4% 97,7% 1,1%
    Una persona te ha propuesto algún tipo de beneficio a cambio de que tú des favores sexuales (por ejemplo, dinero, llevar gratis a algún lugar, cupones o descuentos)  17,9% 97,9% 1%
    Te han amenazado con sufrir abuso o ataque sexual  13,7% 96,8% 1,6%
    Te han obligado o forzado a tener relaciones sexuales  8,2% 89,2% 8,1%
    Te han ofrecido u obligado a ingerir algún tipo de droga o sustancia ilícita  4,6% 95,2% 4,8%

     

    Razones por las cuales no realizó una denuncia

     

    Razón para no denunciar Frecuencia Total
    No lo consideró efectivo 148 34,6%
    No sabía que se podía denunciar 120 28%
    No sabía cómo hacerlo, no tenía información al respecto 83 19,4%
    No le pareció importante 35 8,2%
    Tuvo miedo de una posible represalia  21 4,9%

     

    Para la presidenta del OCAC y abogada de la Universidad de Chile Carolina Jiménez, “es necesario avanzar en la detección de los espacios donde se producen las vulneraciones hacia las mujeres y hacer de ellos lugares más seguros. Además para prevenir situaciones de acoso en los medios de transporte y en la vía pública es necesario contar con una mayor eficacia en los medios de denuncia y la implementación de campañas informativas y de sensibilización sobre el problema del acoso”.

     

    “En particular para los transportes móviles se sugiere significativamente (88,1%) mejorar los procesos de selección de conductores y capacitarlos con perspectiva de género. Por otro lado, sobre las medidas que se puedan entregar para compensar a las víctimas de acoso, el apoyo psicológico y/o jurídico es una necesidad urgente (96,8%)”, agregó.

     

    Ciberacoso

    Un 21% declara haber sufrido ciberacoso derivado del uso del espacio público, transporte pú4blico o privado, quienes son mayoritariamente mujeres 92,9%, y en menor medida hombres 7,1%. Con ello, llama la atención que las víctimas no conocen de dónde el victimario obtuvo sus datos personales.

     

    Situaciones de ciberacoso derivadas de un viaje en transporte público o privado:

     

    Situaciones Frecuencia Total Mujer Hombre
    ¿Has recibido llamadas o mensajes opinando sobre tu cuerpo, apariencia física o vestuario que te hayan hecho sentir inseguro/a, con miedo, etc.? 92 65,7% 92,4% 7,6%
    ¿Has recibido llamadas o mensajes con connotación sexual? 82 58,3% 96,3% 3,7%
    ¿Has recibido fotografías con imágenes y/o videos con connotación sexual (Ej.: fotos de genitales, pornografía, sin tu consentimiento? 75 53,6% 94,7% 5,3%
    ¿Te han llamado o enviado mensajes con amenazas de abuso sexual, violencia sexual o violación? 23 16,4% 100% 0%
    ¿Una persona ha tomado fotografías o videos de tu cuerpo, para luego amenazar con difundirlos con la intención de obtener un beneficio? (Favores sexuales, dinero, etc.) 12 8,6% 91,7% 8,3%


    *Este estudio fue  realizado en el marco de una alianza estratégica con DIDI en la que OCAC trabajó para contribuir a mejorar la sensación de seguridad de las mujeres en el transporte público y privado.

    Para ver el resumen del estudio pincha aquí: resumen-encuesta-ocac-docx

    Para ver el informe final del estudio pincha aquí: informe-final-estudio-sobre-violencia-sexual-en-medios-de-transportes-y-espacios-publicos-en-chile-docx-2

    Para saber más escríbenos a prensa@ocac.cl 

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      Radiografía del acoso en Chile revela que las mujeres son las más afectadas en todos los ámbitos: educacional, laboral, espacios públicos y virtuales.

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      Este lunes, a través de una presentación virtual, el Observatorio Contra el Acoso Chile (OCAC) lanzó la Radiografía del acoso sexual en Chile, primera encuesta a nivel nacional que aborda este tipo de violencia sexual es los ámbitos callejero, laboral, educativo y ciberacoso.

      La iniciativa, realizada en el marco de la plataforma Juntas en Acción y cofinanciada por la Unión Europea, revela que las mujeres son las principales afectadas: prácticamente todas han sufrido algún tipo de acoso sexual a lo largo de sus vidas, sin embargo, la mitad no saben que víctimas de una violencia sexual.

      Para María José Guerrero, Presidenta de OCAC, el resultado de la radiografía servirá de herramienta para enfrentar esta realidad social que afecta en su mayor parte a mujeres, niñas/os/es y disidencias, señalando que “a nivel nacional, tenemos un desarrollo de políticas y legislaciones en términos de violencia sexual carentes de contenido. Si queremos avanzar en poder reparar a las víctimas y en contribuir a erradicar las violencias sexuales, necesitamos primero reconocerlas. Esta investigación da ese paso, aportando por primera vez en Chile información relevante para comenzar a combatir estas conductas”.

      La encuesta aborda cuatro tipos de acoso sexual: callejero, laboral, educativo, compuestos por acosos sexuales verbales, no verbales, físicos, audiovisuales y de persecución y chantaje, respectivamente y el ciberacoso compuesto por contenido audiovisual, propuestas sexuales, comentarios con connotación sexual, amenazas, grooming, exposición sexual y creación de contenido sexual.

      El acoso en cifras

      Una de las principales conclusiones del estudio es que estos tipos de acosos no se viven de manera aislada o en ocasiones puntuales, sino que son parte de un continuo de violencia. En este sentido, son las mujeres quienes lo viven de mayor manera, pues un 64% de ellas ha sufrido por lo menos un tipo de acoso en el transcurso de su vida, en contraste al 25,7% de los hombres.

      La encuesta además reveló el poco reconocimiento que existen de este tipo de violencias, pues, si bien en los últimos años el debate sobre acoso sexual se ha ido ampliando, aún existe desconocimiento al respecto y no siempre se entiende esa vivencia como violencia sexual. Ejemplo de ello es que 8 de cada 10 mujeres entre 18 a 26 años han sufrido alguna situación de ciberacoso sexual durante su vida, de las cuales un 31,7% no lo identifican como violencia sexual. Además, prácticamente todas las mujeres entre 18 y 26 años han sufrido alguna situación de acoso sexual callejero durante su vida (96,2%) sin embargo, del total de mujeres que han vivido este acoso durante su vida, un 36,5% no lo reconoce como violencia sexual.

      Por último, se evidencian los efectos y consecuencias del acoso sexual, los cuales demuestran que estas violencias afectan la democratización de los espacios, dejando claro que, en muchos casos, las víctimas deciden dejar de concurrir los lugares donde sufrieron el abuso. Al respecto, el estudio arrojó, entre otras cifras, que 38,7% de las mujeres ha solicitado compañía para trasladarse a ciertos lugares luego de ser acosada, que 1 de cada 4 mujeres (23%) ha renunciado luego de sufrir acoso sexual laboral, que 1 de cada 10 mujeres se ha retirado del recinto educativo (colegio, instituto profesional, universidad, etc.), luego de sufrir acoso sexual y, finalmente, que 1 de cada 4 mujeres ha abandonado y/o cerrado sus redes sociales, juegos, foros, etc., luego de sufrir ciberacoso sexual.

      “Resulta significativo, que muchas personas han vivido situaciones de acoso sexual, ya sea en el ámbito laboral, educativo, en el espacio público, también online. Sin embargo, son pocas quienes realmente saben que lo que vivieron fue una violencia. Entonces, nosotras buscamos contribuir a erradicar las violencias sexuales de los espacios públicos y privados, pero también educar al respecto de temáticas de género y cómo abordarlas”, afirma la presidenta de OCAC.

      Por otro lado, para María Inés Salamanca, representante de ONU Mujeres Chile, es importante destacar la tarea de Juntas en Acción y de OCAC, quienes, de la mano de la Unión Europea, “sacaron adelante nuevamente, temáticas relevantes para el país y para la sociedad que actualmente no protege los derechos de las mujeres”. En la misma línea, añadió que “es fundamental establecer mecanismos que mejoren las redes de protección hacia las mujeres durante tiempos de pandemia. Hay que darle profundidad al problema, y esta encuesta viene a dar esa discusión”.

      En el evento participaron también diversas organizaciones y entidades políticas, quienes celebraron la iniciativa. Camila Vallejo (PC) fue una de ellas, afirmando que “queremos que esta encuesta se presente en el Congreso para que estos temas puedan ponerse sobre la mesa, para generar avances legislativos y comenzar a hacernos cargo de estas problemáticas”.

      Radiografía del Acoso Sexual en Chile, primera encuesta a nivel nacional que aborda este tipo de violencia sexual es los ámbitos callejero, laboral, educativo y ciberacoso ya se encuentra disponible en todas nuestras plataformas.

      Descarga aquí la encuesta: informe-encuesta-ocac-2020-radiografia-del-acoso-sexual-en-chile

      Resumen ejecutivo: resumen-ejecutivo

      Presentación: ppt-radiografia-del-acoso-sexual_final

       

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        Las clases serán en línea y completamente gratuitas.

        Con la intención de aumentar los conocimientos de niñas y niñes en materia de igualdad de género y sobre sus derechos desde una perspectiva transversal en la materia, OCAC dará inicio a su programa de “Empoderamiento para Niñas y Niñes”, con su primer curso online: “Feminismos para Niñas y Niñes”.

        Los módulos, totalmente gratuitos, están dirigidos para niñas/es entre 10 y 12 años, y se desarrollarán durante los tres primeros sábados del mes de julio (4, 11 y 18), a través de la plataforma Zoom con una duración de 45 minutos cada uno.

        Excepcionalmente, para el sábado 4 de julio, se contempla una sesión introductoria con las y/o los adultos responsables de las/es niñas/es, con el objetivo de explicar la metodología de trabajo y resolver las dudas que pudiesen tener.

        María José Guerrero, Directora Ejecutiva de OCAC Chile, destacó que el programa se enfoca en tres grandes áreas, que tienen relación con el derribamiento de los estereotipos de género, la erradicación del lenguaje sexista y una aproximación a la práctica del acoso sexual callejero.

        “Este programa nos tiene bastante contentas, porque creemos que es importante trabajar con niñas y niñes como agentes de cambios. Es fundamental que ellas y elles puedan contribuir a modificar el sistema sexo/género a través de sus propios lenguajes, a través de cuestionar sus propios juegos y de poner en duda los estereotipos de género. Asimismo, es fundamental que niñas y niñes tengan acceso a las herramientas para poder realizar estos cuestionamientos en un ambiente seguro y sano”, precisó María José Guerrero.

        Información del curso

        Relatora: Claudia Vázquez

        Sábado 4 de julio:
        – 15:30 a 16:00: Sesión introductoria con adultas/os responsables de las y les niñes.
        – 16:00 a 16:45: Sesión 1

        Sábado 11 de julio:
        -16:00 a 16:45: Sesión 2

        Sábado 18 de julio:
        -16:00 a 16:45: Sesión 3

        ¡A inscribirse!

        Muy sencillo. Debes llenar y enviar este formulario y en seguida te enviaremos un correo con la confirmación, además de un link con un consentimiento informado para la/el adulta/o responsable de la niña/e.

        Se otorgará un certificado de participación a todas/es quienes asistan a las 3 sesiones. Se requiere 1 hoja y lápiz para actividad final de cada sesión y tener acceso a Zoom.

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          header_web_testimonios

          El día jueves 16 de mayo de 2019, mientras iba camino al trabajo, estaba esperando micro en un paradero de Llico con Haydn. Un caballero en un auto, que no recuerdo la patente ni el color (salvo que tenía vidrios polarizados), tocó la bocina e hizo señas. Miré hacia atrás pensando que era para otra persona, pero estaba sola. El tipo siguió haciendo las señas por lo que pensé que tal vez lo conocía. Me acerqué un poco a la calle, el bajó y el vidrio y me dijo: “señorita, ¿la llevo?”. Yo, sorprendida y un poco alterada porque efectivamente no lo conocía, le dije que se alejara. Él detuvo el auto, se bajó y me insistió: “le estoy diciendo que se suba”. Ya bastante molesta por decir lo menos, lo interrumpí gritándole que qué se imaginaba, que se alejara. La gente de los otros autos ya estaban haciendo sonar las bocinas por la demora, unos se bajaron y un caballero que vendía diario (al que no vi) se acercó a incriminarlo. Alejándome rápidamente le grité muchas gracias y me subí a la micro muy asustada y con mucha adrenalina. Esto fue a las 8:10 a.m.

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            header_web_testimonios

            Cuando iba en el colegio y pasaba por un pésimo momento emocional, familiar y escolar, mis amigos acudieron al psicólogo del colegio (hombre de 30 y tantos) para que me ayudara. Recuerdo que asistí después de clases, entré a su oficina con sillas y mesas para pre-escolares y me hizo comenzar a hablar del tema. Estaba todo bien, hasta que me puse a llorar por la presión que sentía emocionalmente hablando, y fue ahí cuando ocurrió algo que aún siento que no estuvo bien. Era la primera vez en su consulta. Este hombre se acercó a mi y me abrazó fuertemente, me apretó contra su cuerpo y me acarició. Algo me dijo -algo que ya no recuerdo-, pero después de eso nunca más fui al psicólogo del colegio. Tengo aún esa sensación de sentir que soy cuática, que quizás sólo me abrazó para reconfortarme, pero yo no lo pedí, tenía sólo 14 años, y me incomodó al punto de querer huir de ahí y temer por mi seguridad, mi cuerpo y mi persona.

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              header_web_testimonios

              Soy profesora y un colega me comentó en el ascensor frente a los alumnos que si yo fuera su estudiante me haría pasar todos los ramos. El tono fue muy asqueroso y la situación intimidante. Cuando llegué al piso que iba, me bajé y me fui derecho a un baño para llorar de pura rabia y humillación.

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                A pocos días de promulgada la ley que sanciona el acoso callejero en espacios públicos, proyecto impulsado por OCAC, nuestras plataformas se han llenado de testimonios de mujeres que dicen haber acudido a comisarías donde funcionarios se han negado a tomar sus denuncias.

                Francisca fue víctima de acoso callejero esta semana. Sintiéndose aún violentada, fue a Carabineros para saber qué podía hacer en contra de su victimario. “¿Cuál es el nombre de la persona?”, fue lo primero que le preguntaron. Por supuesto que Francisca no tenía ese dato, ¿quién le pide el nombre a su acosador? Por más que explicó todo lo que había pasado, él Carabinero que la recibió le dijo que como no tenía ese dato ni testigos o videos o fotos, no había nada que pudiera hacer.  

                Marcela iba camino a su casa, cuando un auto conducido por un hombre la empezó a perseguir. Él le pedía que se acercara, pero ella caminó más rápido para alejarse. Sin embargo, el hombre se las arregló para encontrarla de frente: estaba fuera del auto, con sus pantalones abajo y mostrándole su pene. Cuando Marcela fue a la comisaría a hacer la denuncia por acoso callejero, entregó la patente del auto. Sin embargo, al fijarse en lo que había escrito la Carabinera que recibió la denuncia, se dio cuenta que había escrito cualquier cosa menos los datos que ella había proporcionado. A pesar de su reclamo, y que la acompañaban sus padres, la Carabinera sólo le preguntó cómo andaba vestida.

                Estos testimonios son solo una muestra de lo que las mujeres en distintas partes del país están sufriendo: no solo son víctimas de acoso sexual callejero, sino que además, quienes se suponen debieran entregarles seguridad, las vuelven a vulnerar al negarles el ejercicio de sus derechos.

                Pero estos casos no son aislados ni se limitan al acoso callejero: hace algunos días leíamos sobre una mujer que denunció a su marido por violencia intrafamiliar en la vigésima comisaría de Puente Alto. El oficial de Carabineros M. Zuñiga se negó a tomar su denuncia, ofreciendo en cambio consejos familiares para lo cual no estaba en lo absoluto calificado.

                Es gravísimo que diversos funcionarios de una institución del tamaño e importancia de Carabineros de Chile no estén cumpliendo CON SU TRABAJO, porque aquí no se está pidiendo nada extraordinario. Tal como indicábamos en esta nota, no es responsabilidad del funcionario o funcionaria decidir si un evento constituye delito o no, su responsabilidad está en recabar todos los antecedentes para así iniciar una denuncia.

                La situación no solo es delicada por cuanto las fuerzas del orden estarían incumpliendo sus responsabilidades, sino también porque una persona que ha sido agredida merece que se le escuche, se le reconforte y se le garantice un debido proceso. Negarle a una víctima un procedimiento legal adecuado puede llegar a afectar su salud mental y generar traumas.

                Es imperativo que las autoridades inviertan en capacitación y sensibilización para que sus agentes sean capaces de tomar denuncias y atender a las víctimas como corresponde. De poco sirve hacer tantos esfuerzos para impulsar una política pública si el personal de primer contacto incumple sus deberes. Para esto necesitamos trabajo conjunto por parte de los ministerios, la fiscalía y las fuerzas del orden.

                Pero, ¿qué hacer si un oficial se niega a tomar mi denuncia?

                Existen varias opciones. La más inmediata es pedir hablar con el superior jerárquico e incluso registrar el número de placa del carabinero para luego denunciarlo en la Fiscalía Militar.

                Otra opción es acudir a PDI o fiscalía, sin embargo las reglas son las mismas: ni Carabineros ni PDI son quienes determinan si un hecho es delito o no, su rol se limita a recibir y tomar denuncias para luego enviarla a Fiscalía, quienes deciden si la denuncia reviste carácter de delito. Para asegurarte, puedes exigir una copia de la denuncia.

                Recuerda que denunciar es tu derecho y las policías tienen el deber de tomarla con respeto y resguardando tu integridad. Cuando los funcionarios y funcionarias de la seguridad incumplen sus deberes y vulneran a las víctimas, las leyes quedan en meras declaraciones de buenas intenciones. Lo que las mujeres y niñas de Chile necesitan son hechos, no palabras.

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                  header_web_testimoniosSufrí acoso sexual laboral el año pasado cuando trabajaba para un programa de gobierno. Me tocó viajar a un sector rural dentro de una comuna del sur, por lo que tuve que arrendar un vehículo para poder trasladarme y visitar a las familias pertenecientes al programa.

                  Al terminar mi trabajo, el chófer me llevó hacia el alojamiento en donde yo me estaba quedando que era la misma casa en la que él vivía. Cuando llegamos se acercó a mí, me tocó e intento darme un beso. Yo alcancé a arrancar y entrar a la casa. No le dije nada a nadie y en la noche tuve que colocar una silla en la puerta, ya que no tenía pestillo.

                  Lo primero que hice fui contar la situación a mi jefa, pero no le dio mayor importancia, siendo que esta persona junto a su esposa prestaban servicios a la municipalidad frecuentemente (y no me extrañaría que esto siga sucediendo).

                  Esa misma semana salí de vacaciones. Estuve días sin contarle a nadie más lo que me había pasado, hasta que decidí contarle a mis más cercanos. Lo denuncié en Fiscalía, renuncié a mi trabajo en esa comuna porque él sabía dónde yo vivía. Hasta el día de hoy no sé en qué quedó el caso.

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                    header_web_testimonios

                    Estaba cursando segundo medio en un liceo de la comuna de Maipú cuando llegó un profesor nuevo de matemática llamado Jesús. Se empezó a acercar muy sutilmente, hacía bromas subidas de tono como “qué bonita” o “ay, no, que me pongo celoso”. Un día me dijo que me quedara a reforzamiento porque me estaba yendo mal en su asignatura. Cuando me di cuenta que era la única, preferí irme. Me sentí incómoda.

                    Después de unas semanas, iban a ser las alianzas del liceo y habían partidos de básquetbol y otros deportes. Estaba viendo un partido con otras amigas y llegó el profesor y nos empezó a hablar. Iba todo bien hasta que se me acercó más y empezó a dirigir la conversación solo a mi. Estaba lloviendo y se puso a decir cosas más subidas de tono como “¿te imaginas a nosotros dos en un bote, en medio del mar, los dos solos?”. Le respondí que no, que no me lo imaginaba. Me preguntó si me gustaría tener una relación con alguien mayor mientras ponía su mano en mi cintura. Me fui corriendo a la sala con ganas de llorar porque quedé helada.

                    Pasó una semana y le conté solo a mi mamá porque, si le decía a mi papá, pensaba que reaccionar mal. Mi mamá fue a hablar al liceo. Después me llamaron para que contara todo. Me hicieron hablar con mucha gente y mi mamá pidió que por favor desligaran al profesor de la institución. Le dijeron que sí, que lo iban a hacer.

                    Llegó septiembre y por las Fiestas Patrias nos tocó bailar pascuense en el liceo. El profesor siempre estuvo deambulando por las salas, mirando y grabando todo.

                    Cuando llegué a cuarto medio supe que había pasado lo mismo con varias estudiantes. Mi papá finalmente se enteró, fue al liceo y encaró al profesor frente a muchos apoderados.

                    En el liceo jamás me apoyaron, siempre quisieron mantener todo en silencio. Me pedían que por favor no hablara.

                    Hasta el día de hoy ese profesor sigue en el liceo.

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                      El pasado 3 de abril se aprobó por unanimidad el proyecto de ley que modifica el Código Penal y penaliza el acoso sexual en lugares públicos. Días más tarde, Metro presentó un número telefónico para denunciar hechos de acoso y violencia sexual, para lo cual el personal que recibirá esas denuncias fue capacitado por PDI y funcionarias(os) del Ministerio de la Mujer y la Equidad de Género.  Si bien esta acción es positiva porque reconoce la existencia de las violencias sexuales en el transporte público y pone a disposición herramientas para enfrentar su ocurrencia, también nos recuerda el centralismo y la poca conversación de todos los actores relevantes para enfrentar esta problemática.

                      Si bien Metro es una de las arterias de movilidad más importante de la Región Metropolitana, no es la única forma en que se mueve la población capitalina, ni menos, la forma que se mueve la población nacional. Lo anterior es de perogrullo, sin embargo es sintomático de las maneras en cómo se gestionan los problemas sociales: administración privada.

                      Y que no se malentienda, felicitamos a Metro por la iniciativa (y esperamos que la ejecución cumpla con los más altos estándares), no obstante se requieren políticas públicas transversales donde el Ministerio de Transportes converse con ministerios como el de La Mujer y la Equidad de Género y de Educación, como también con gobiernos locales, municipios y sociedad civil, con tal de generar políticas a nivel país teniendo en consideración las características de movilidad de cada región y localidad.

                      Contribuir a la erradicación de las violencias sexuales no puede ser un interés particular de uno u otro sistema de transporte, sino que debe pensarse desde la política pública nacional con bajadas locales para su ejecución. Como sociedad civil apuntamos a transformaciones estructurales donde el Estado sea garante y no sólo fiscalizador, enfocándose por sobre todo a la prevención.

                       

                      Esta columna fue escrita por María José Guerrero y fue publicada originalmente en el Diario La Hora el día 30 de abril de 2019.