bicicleta

    0 2262

    principal testimonios

    Tengo 18 años y desde muy chica recuerdo haber escuchado gritos de hombres en la calle, bocinas, etc. Mi mamá decía que no había que tomarlos en cuenta, pero la verdad es que, para mí, es bastante molesto.

    El otro día un sábado entre dos y dos y media de la tarde, iba llegando a mi casa en el barrio Matta. Ya había pasado por una constructora donde saqué aplausos, pero hice como si no los escuchara. Una cuadra después, se acercó un tipo en una bicicleta azul. Era moreno y con ropa deportiva; me di cuenta que me miraba fijo mientras se masturbaba. Me asusté y corrí la mirada hacia otro lado

      1 4049

      principal testimonios

      Sucedió cuando tenía dieciocho años. Salí de mi casa para juntarme con una amiga, íbamos a una fiesta. Caminaba por mi población cuando de pronto se cortó la luz, así que me puse transitar por el medio de la calle, porque había perros por las veredas y el sector no era muy concurrido. Cuando estaba a punto de llegar a mi destino sentí que venían dos bicicletas detrás de mi, pero no llamaron mi atención hasta que comenzaron a rodearme mientras caminaba. Daban vueltas en círculo mientras yo tomaba con firmeza mi cartera, porque no quería que me robaran las cosas que llevaba, luego empecé a sentir miedo al pensar en lo que me podía pasar. Pese a ello seguí caminando, hasta que uno de los tipos pasó a mi lado y me agarró el trasero, luego de eso, partieron.

      Eran unos cabros, lo sé por su pinta, y lo más probable es que ni siquiera fueran ladrones, porque sino hubieran aprovechado la oportunidad de soledad y la falta de luz para robarme. Pero en vez de asaltarme me agarraron el poto porque podían, porque ahí estaba yo, una chica sola y un cuerpo a su disposición.

      Para ellos pudo ser un chiste más, pero yo siento tanta rabia cuando lo recuerdo, que no soporto que digan que los hombres hacen este tipo de cosas porque es su naturaleza. ¿De verdad es natural ver a una niña sola y aprovecharse de ella sólo porque es mujer? Yo creo que no.

        2 3938

        principal testimonios

        Era domingo, iba a tomar locomoción a cuatro cuadras de mi casa. En el camino, un desconocido que andaba en bicicleta subió a la vereda y, una vez allí, se bajó para caminar, lo que no me pareció muy extraño en ese momento. Sin embargo, una vez que él estuvo a mi lado, tiró su bicicleta contra mis piernas para inmovilizarme. Choqué contra una reja y me puse a insultarlo, pensé que me quería asaltar, pero no: él quiso tocarme. El tipo era un degenerado. Jamás agarró mi bolso, sólo deseaba tocar… tiré la carpeta que llevaba en la mano y sólo atiné a engancharle el brazo y lanzar combos al aire como loca. Cuando pude sacar una pierna empujé la bicicleta y le pegué una patada en las costillas, pero no fue lo suficientemente fuerte, porque no pude derribarlo.

        Ante esto, el tipo agarró su bici y se fue rápido. Irónicamente, tres minutos después de este episodio pasó una patrulla de Carabineros, la que a pesar de mis gritos y señas, no paró. Asustada, regresé a mi casa. Horas más tarde, salí acompañada por un amigo y nos encontramos a un carabinero. Me acerqué y le pedí que me aconsejara sobre qué hacer en estos casos. Él dijo: si usted no quiere pasar por la humillación de contar y revivir este episodio, por su bienestar psicológico, es preferible que no denuncie. No hay a quién culpar, seguir o detener. Hizo bien en pegarle, pero sólo olvídelo, esto pasa.

        Sólo quiero decir que aquí en Arica hay un tipo joven, veinteañero, moreno y encapuchado, anda en bicicleta y acosa mujeres. Esto no me pasó solamente a mí, cuando le conté a una amiga, ella reconoció haber sufrido un ataque similar en otro sector cercano al lugar donde yo fui atacada.

          0 2217

          principal testimonios

          A mis 23 años, ya me ha pasado tres veces y la impotencia que se siente es enorme. El problema es que una se paraliza y no sabe cómo reaccionar. Lo peor de todo es que nadie hace nada.

          Recuerdo muy bien la primera vez que me pasó. Iba en una micro y por mucho rato un tipo me tocó el trasero por el espacio que quedaba entre el respaldo y el asiento. Yo tenía 12 años aproximadamente y la señora que estaba sentada en el asiento de al lado miró al tipo, vio lo que sucedía y me miró con cara de “pobrecita”, pero no hizo NADA. A mí nunca me han gustado las faldas largas y me sentí culpable porque andaba con una mini. Por mucho tiempo creí que yo tenía la culpa.

          Las otras veces han sido al pasar. Uno en una bici y el otro trotando, mientras yo caminaba, ni siquiera dieron la cara y además iba sola, no tenía cómo defenderme ni pedir ayuda. Sin contar todas las oportunidades en las que los hombres se paraban al lado de una, mientras iba sentada en la micro y rozaban sus genitales en el hombro. Aunque una se corría, ellos lo seguían intentando. ¡Un asco total!

          Creo que de una vez por todas se debe hacer algo respecto a este tema. Tengo una hija de cinco años y no me gustaría que por nada del mundo le pasara algo así. Nadie merece que un enfermo, por sentirse más hombre, la vulnere de esa manera.

            0 2266

            principal testimonios

            El año pasado, me tuve que vestir de pseudo Moulin Rouge para unas actividades del aniversario de mi colegio. Cuando iba caminando al departamento de mi amigo a cambiarme a mi ropa normal, pasó un tipo en bicicleta, que no debe haber tenido más de 19 años -yo tengo 17-, y me dio una palmada en el trasero que me debe haber dolido por lo menos 40 minutos. No pude hacer nada, porque salió pedaleando tan rápido que se me perdió en cinco segundos. Quedé asqueada y con miedo todo el día.

            Esto es para quienes suelen decir ”son puros viejos depravados”. No, no es así. Esta generación, MI generación, es igual a las demás. Da pena saber que sus papás no son capaces de enseñarles a respetar.

              0 1921

              principal testimonios

              Esto pasó hace como dos meses atrás. Tengo 19 años y un día iba tranquilamente a buscar a mi mamá a su pega, que queda cerquita de mi casa. Iba con mi hermanita chica y mi hijo. Iba con falda, porque hacía calor, obvio. De repente, se me acerca un hueón de no más de 20 años, que andaba en bici. Era de la constru o algo así. La cosa es que me pregunta la hora y yo se la dije, pero después seguí avanzando y me di cuenta de que me estaba siguiendo. Avanzaba y se quedaba parado, yo pasaba y él seguía detrás mío. Hasta mi hermanita chica se asustó. Ahí me dio la cagá, me di vuelta y le dije, “oye hueón, qué te pasa, no te dai cuenta de que voy con una niña chica, hueón desubicado de mierda, chancho”. Lo empapelé a chuchás. ¡Y me siguió hasta la pega de mi mamá! De verdad me asusté mucho.

              Cuando el hueón al fin se fue, me tiró un beso. Yo quedé asqueada. Sé que no es algo muy fuerte, pero el hecho de que yo iba con mi hermana chica de tres años me dio mucha rabia.

                0 2031

                principal testimonios

                Hace unos años, volvía a mi casa en bicicleta, era pleno día de verano. Iba feliz pedaleando. Entré por unas calles menos transitadas y me di cuenta de que un motociclista venía detras mío. No le di importancia, supuse que me iba a adelantar. Pero no. Se acercó a mí y -sorprendentemente hábil- pasó su mano por mi pecho, dándome un agarrón. Luego siguió de largo como si fuese algo muy natural para él. Sólo atiné a gritarle todo lo que se me vino a la mente.

                Aunque nunca dejé de pedalear, me sentía congelada. Totalmente asustada. Traté de llegar lo más rápido a mi casa y recién ahí pude llorar un poco. No salí de mi casa en dos días. Estaba muy asustada,
                pero por sobre todo con una rabia inmensa, una impotencia. ¡¡Cómo era posible que un desconocido se tomara ese tipo de licencias con mi cuerpo!! Hasta hoy recuerdo el evento como si fuera ayer y me sigue dando mucha rabia.

                 

                Si quieres enviarnos tu testimonio, puedes hacerlo aquí.