disculpas

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    Hace un tiempo, la bloguera y actriz Franchesca "Chescaleigh" Ramsey hizo un video llamado ''Getting Called Out'' en el que señala que actualmente es muy común que la gente haga comentarios sexistas, homofóbicos, racistas, etc., y no actúe de la forma apropiada. Por lo tanto, en su video habla de las reacciones más comunes que tiene la gente y realiza un cambio de enfoque con respecto a la forma de disculparse en estas situaciones.

    Hace un tiempo, la bloguera y actriz Franchesca “Chescaleigh” Ramsey hizo un video llamado ”Getting Called Out” en el que señala que actualmente es muy común que la gente haga comentarios sexistas, homofóbicos, racistas, transfóbicos y que perpetúan la opresión sobre diferentes tipos de minoría; y que, al ser encarados, no reaccionen de forma apropiada. En su video, Franchesca habla de las las actitudes más comunes que tiene la gente y realiza un cambio de enfoque con respecto a la forma de disculparse en estas situaciones.

    En sus argumentos, invita a no actuar “a la defensiva” ni a responsabilizar a quien se ha sentido ofendido u ofendida, así como también rechaza profundamente la justificación basada en la ”intención que tenía alguien antes de emitir un comentario sexista u homofóbico”, ya que lo relevante es el impacto en las personas afectadas y el daño que se les produce.

    Subtítulos: Alejandra Pizarro

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      principal testimonios

      Eran más o menos las ocho de la noche, un día de verano. Había luz. Estaba trabajando y fui a comprar unas bebidas. Cuando iba llegando a la Copec, tres tipos que podían ser mis papás empezaron a gritarme “rica, te pasaste”. Aplaudían y decían estupideces. Entré a la tienda y compré con mucha rabia, pensando por qué hay gente que hace esas cosas, cuál es la estupidez en sus cabezas que los hace actuar así. Decidí que si dejaba la situación así, no estaría haciendo ningún cambio. Salí y, por suerte, había una patrulla cerca. Les expliqué la situación a los carabineros y fuimos a encararlos. Cuando llegamos, quedaba solo un tipo y su única excusa y defensa básica durante toda la conversación fue decir “yo no fui el único que le gritó”. Como si eso lo legitimara o lo hiciera más inocente. En fin, me tuvo que pedir disculpas públicas y dar sus datos y se notó que pasó una vergüenza horrible. Me consta que la próxima vez lo pensará dos veces.

      Le conté lo sucedido a muchos amigos hombres y me dijeron que era una exagerada. Pero ellos no saben lo que vivimos y la lucha que llevamos por exigir el respeto que merecemos. Por favor nunca callen y alcen siempre su voz por nuestra causa.