Yo debo haber tenido unos 8 o 9 años. Cerca de mi casa hay un parque, así que con una amiga del pasaje decidimos que íbamos a ir a jugar a las muñecas allá porque habían construido una pequeña casita de madera. Estábamos jugando, cuando un hombre de unos 50 o 60 años nos gritó algo, lo miramos y vimos que se había bajado los pantalones y nos estaba mostrando el pene. Al principio nos quedamos heladas y no reaccionamos, entonces del puro asco yo creo, agarré mi muñeca y salí corriendo con mi amiga detrás; nunca me giré para ver si el tipo nos seguía. La casa de mi amiga era la más cercana al parque y además tenía reja, así que llegamos allá, cerramos la reja y entramos. Su mamá como es obvio se asustó un montón y llamó a Carabineros; no estoy segura de cuánto se demoraron en llegar pero cuando lo hicieron nos pidieron las características del hombre, no era alto, tenía el pelo canoso y estaba sucio (debo suponer era un curado, ya que en mi población abundan). Los Carabineros nos subieron a su auto y nos llevaron a la plaza para ver si todavía andaba por ahí, pero no estaba. Así que nos llevaron a nuestras casas; nunca más fui al parque, me daba terror y debo decir que hasta el día de hoy (tengo 21 años) cada vez que tengo que pasar por ahí sola, me da una sensación de asco e inseguridad tremenda.
No sé qué pasa por la mente de un viejo verde al masturbarse frente a una niña de 8 años que está jugando a las muñecas, solo sé que hay muchos de esos allá afuera y no quiero que en un futuro, mis hijas no quieran ir a jugar al parque por miedo.