OCAC Latinoamérica

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    La iniciativa busca informar a las mujeres sobre sus derechos y condenar cualquier forma de violencia sexual en la calle.

    “Me siguió de noche en la calle durante varias cuadras”; “Presionó su pene contra mi muslo, aprovechando lo apretados que estábamos en el metro”; “Me gritaron varios hombres en la calle, yo tenía 12 años”. Estas son algunas de las situaciones que diariamente deben vivir millones de mujeres en todo Latinoamérica. Gritos y actitudes que las hacen sentir violentadas e incómodas.

    En este marco, nació el año 2011 en Perú la iniciativa contra el acoso callejero, fundada por la socióloga Elizabeth Vallejo, que se lleva a cabo los primeros siete días del mes de abril.

    La idea ha sido replicada en Chile, Brasil, Costa Rica, Guatemala, Uruguay, Colombia, Venezuela, Argentina, Bolivia, entre otros, teniendo una importante difusión y acogida en redes sociales.

    Este año se realizó a nivel latinoamericano la campaña #NoEsMiCultura, impulsada por la red de Observatorios Contra el Acoso Callejero (OCAC) Bolivia, Chile, Colombia, Costa Rica, GuatemalaNicaragua y Uruguay, en la que se busca desnaturalizar la violencia sexual callejera como un elemento propio del continente. Para ello los nodos de OCAC Latam han realizado una serie de actividades para educar, sensibilizar y erradicar la idea que el acoso es parte de un folclore o cultura determinada, sino que se trata más bien de un problema transversal. Una de estas actividades fue la fototón que se realizó en diferentes países llamando a exigir una cultura de respeto.

    Y es que las mujeres, sin importar su cultura, país o condición económica, están cansadas de la invisibilización del acoso sexual callejero. El año pasado la activista y columnista colombiana Catalina Ruiz-Navarro publicó en su cuenta de Twitter: “¿Cuándo y cómo fue tu primer acoso? Hoy a partir de las 2pmMX usando el hashtag #MiPrimerAcoso. Todas tenemos una historia, ¡levanta la voz!”. Fue tal el impacto del mensaje que se esparció por toda Latinoamérica y miles de mujeres narraron en 140 caracteres cómo fue su primer acoso sexual callejero.

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    Proyecto de ley Respeto Callejero

    En Chile, OCAC presentó en 2015 el proyecto de ley Respeto Callejero que propone sancionar como delito prácticas de acoso sexual que impliquen contacto físico, como “punteos”, “manoseos” y “agarrones” y como falta las agresiones sin contacto, como persecución, eyaculación sobre víctimas o toma de imágenes sin consentimiento. A pesar de que esta iniciativa legal fue aprobada de forma unánime por la Cámara de Diputados en abril de 2016, hoy duerme en el Senado.

    Según cifras de OCAC Chile, las niñas comienzan a sufrir acoso sexual a los 14 años y el 20% de las mujeres adultas lo sufre todas las semanas. Asimismo, desde que el proyecto ingresó al Congreso, se estima que han ocurrido más de 30 millones de situaciones de acoso sexual en espacios públicos sólo en la Región Metropolitana.

    Si quieres que el Senado le ponga urgencia al proyecto de ley, firma aquí.

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      La red de Observatorios Contra el Acoso Callejero de Latinoamérica desmitifica que esta práctica se naturalice como algo cultural. Con un video y contenidos en redes sociales, es la primera campaña contra el acoso callejero a nivel latinoamericano.

      En el marco de la Semana Internacional Contra el Acoso Callejero, Latinoamérica se une por primera vez para lanzar una campaña de alcance regional contra el acoso sexual en espacios públicos. La campaña #NoEsMiCultura es organizada por la red de Observatorios Contra el Acoso Callejero (OCAC) de Bolivia, Chile, Colombia, Costa Rica, Guatemala y Uruguay. Su objetivo es concientizar y visibilizar el acoso callejero como un problema que se sufre en todo el continente.

      Durante la Semana Internacional Contra el Acoso Callejero, las sedes de OCAC Latinoamérica realizarán actividades para educar, sensibilizar y erradicar la idea que el acoso sexual en espacios públicos es parte de un folclore y típico de los países. La idea es transmitir que, más bien, es un problema transversal. Esta premisa se difunde en un video y en contenido en las redes sociales de la red de Observatorios.

      “Queremos que en cada país se deje de justificar el acoso callejero como parte de la cultura local, queremos que se sepa que el acoso sexual callejero es un problema global y que nos afecta como región. Sabemos que nuestras voces unidas tienen más fuerza, por eso trabajamos articuladas para aprender unas de las experiencias de las otras. Hacemos entre los OCAC y también buscamos hacer redes con otras ONGs a nivel internacional”, señaló Alice Junqueira, Directora de Articulación Internacional de OCAC Chile.

      Además de esta primera acción conjunta, en los últimos meses, cada Observatorio ha realizado acciones a nivel local. Junqueira destaca la campaña entre Action Aid y OCAC Nicaragua, el proyecto de Ley contra el acoso callejero aprobado por la cámara de diputados en Chile, la caja de herramientas que prepara OCAC Colombia, los talleres municipales de OCAC Uruguay, la articulación por una ley contra el acoso callejero de OCAC Costa Rica y los videos de sensibilización de OCAC Bolivia y OCAC Guatemala.

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        En el marco de la Campaña Latinoamericana de los Observatorios Contra el Acoso Callejero, el artista conversa en extenso sobre este tema y otros que afectan la lucha del feminismo en Chile y nuestro continente.

        A Gepe le interesa la igualdad de género. Participó en la campaña “He for She”, de ONU Mujeres, en un video donde denunciaba que faltan 30 años para que se igualen los sueldos de hombres y mujeres. También le interesa Latinoamérica, con sus sonidos y texturas, que aparecen en su disco GP y en el single “Hambre”, en el que participa la cantante peruana Wendy Sulca y cuyo video destaca un palacete kitch boliviano.

        En días en que se celebra la semana internacional contra el acoso callejero, la red de OCAC en Latinoamérica lanza su primera campaña continental contra el acoso sexual en espacios públicos y OCAC Chile prepara su festival del Respeto Callejero, conversamos con Gepe sobre género y feminismo.

        ¿Cuál es tu postura frente al acoso sexual callejero?
        Estoy contra todo lo que sea violencia psicológica o física, y el acoso callejero por supuesto que entra en ese ámbito. Estoy absolutamente en contra. He tenido un par de experiencias con personas cercanas, sé que el tema es jodido.

        ¿Qué clase de experiencias?
        Hace años yo iba con mi hermana en el centro. Mi hermana tiene dos años menos que yo, parecemos de la misma edad. Y un tipo se acercó rápidamente y le dijo algo, no la tocó, pero le dijo algo cerca. Y aunque yo iba pajaroneando, igual vi. Entonces fui y le tiré unas chuchás. No me dio para un combo. Le estaban faltando el respeto a mi hermana y ella tampoco hizo nada. Fue asqueroso. Nadie puede decir que ella lo provocó, simplemente íbamos pasando. Entonces no tiene sentido. Con mi hermana nunca lo hemos hablado. Éramos chicos. Fue violento con ella, y de todas maneras me involucró a mí.

        ¿Te acuerdas de otra experiencia?
        Muchas amigas, cercanas, me han contado cosas como que una vez un tipo se estaba pajeando y exhibiéndose y ellas iban con amigas. Es una mierda que la gente lo entienda como folklore.

        Y suele pasar que hay gente que lo simplifica mucho, se van por el lado del “piropo”, de que es algo “inocente”.
        Claro, yo creo que cualquier cosa que te interpele en la calle, te pone en alerta. Por lo tanto es violencia. Si alguien te tira una chuchá, es incómodo. Y que te tiren un piropo, sea el que sea, igual te caga la onda.

        ¿Has visto machismo en la industria musical?
        Me pasó hace muy poquito en una localidad que se llama Pumanque, cerca de Santa Cruz. Se presentaba el Willy Sabor y tenía dos chicas bailarinas. No lo vi de frente, pero lo escuché. Y decía “y esta mina, te cobra 30 lucas porque es mapuche”. “Esta te cobra 50 porque es colombiana”. Y la gente cagá de la risa. Fue terrible. Por decir que la tipa es prostituta, y porque era mapuche cobraba menos. Un desastre. Hay una chica que me topo siempre, de los técnicos, Mariangel. Se ve que hace un doble esfuerzo, porque tiene que aparentar como cierta masculinidad en términos de arrastrar, mover cosas.

        ¿Demostrar más fuerza?
        Claro, pero para enchufar cables y ver el sonido tampoco es que necesites tanta fuerza, pero yo siento en ella un rol así.

        ¿Qué opinas de que se legisle sobre el acoso callejero?
        Necesario. Que te interpelen en el camino, vayas donde vayas, es terrible.

        En tus giras o viajes, ¿has podido ver cómo es el tema en otros países?
        En París, hace 10 años. Me acuerdo de haber ido a un carrete en un barrio cualquiera, ni pituco ni nada. Y una amiga que vivía ahí se quería ir. Y le decíamos que la acompañábamos y ella nos decía que no. Y le decíamos: “Pero ¿cómo te vai a ir sola? Son las cuatro de la mañana”. La niña se fue para su casa y efectivamente no le pasó nada. Después nos fuimos y andaba mucha gente sola. No había miedo. Me encantaría que Chile fuera así algún día.

        Las luchas de género, ¿son algo sobre lo que pienses cuando escribes letras?
        Es un tema, sobre todo últimamente. Son filtros necesarios. No pasar a llevar a alguien con las letras, ni propiciar la violencia contra las mujeres. En ninguna de mis canciones, en ningún disco. Siempre he apoyado la causa y seguirá siendo así.

        En “Ellas deciden” apoyas la decisión de la mujer en cuanto al aborto.
        Estoy absolutamente a favor del aborto, con esas tres causales. El Estado es laico, no puede tener como argumento la fe cristiana. Es ridículo. Respeto a la gente que no quiere abortar como a la que sí. Se está resguardando la calidad de vida de todo el mundo.

        ¿Crees que haga falta más gente que apoye este tipo de causas en la industria musical o artística? Pensando, por ejemplo, en la polémica con Briceño.
        Yo creo que está bien que Briceño haya compuesto “Ignorante”. Es su postura. Pero no comparto su mirada, la canción me parece denigrante. Fun People hizo bastante. Cuando se estaban haciendo famosos, empezó a llegar mucho neonazi, una cosa bien violenta. Y ellos se declararon queer. No creo que en Latinoamérica haya habido otro grupo con un esfuerzo tan claro.

        Ha surgido mucho el tema de género: brecha salarial, coparentalidad, aborto, acoso callejero. ¿Estamos avanzando?
        Es bacán que la discusión apareció fuerte. No es algo sólo de gente joven, sino de gran parte de las personas. Y las niñas también. Me tocó escuchar compañeras de colegio diciendo: “oye, me piropearon en no sé qué calle así que no voy a pasar más por ahí”. Y la actitud era “ten cuidado tú”. Ese enfoque ya se empezó a erradicar. Me parece genial.

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          principal testimonios

          Me avergüenza un poco contar esto, porque tiene que ver con mi actitud pasada en relación a el acoso callejero. Sin embargo, quiero compartirlo por si a alguien alguna vez le sirve.

          Yo era una niña con muchos problemas de autoestima, me sentía fea e indeseable. En especial, porque en esta sociedad machista ser bella pareciera ser lo más importante. Entonces cuando me llegó la pubertad y empezaron a gritarme cosas en la calle, nunca me sentí asqueada como lo hago ahora. En parte porque mis padres decían que la culpa era mía. Ahora cuando me detengo a analizar las cosas que me decían por mi físico, pienso en lo asqueroso que era. Cómo gente adulta podía acosar a una niña de 12 años, sin que alguien cuerdo hiciera algo.

          Afortunadamente, con el tiempo y con ayuda de información, empecé a darme cuenta de que eran conductas inadecuadas. Sin embargo, no fue hasta conocer el OCAC que supe realmente porqué no debemos aguantar que este tipo de situaciones sigan ocurriendo. Gracias a la organización pude tener herramientas para discutir contra el acoso callejero, como otra forma de violencia de género.

          ¡Chicas recuerden, no necesitan que nadie les diga lo “buenas que están” y tampoco necesitan estarlo!

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            Organización se suma a los otros nodos latinoamericanos en Colombia, Uruguay y Nicaragua.

            Al alero de un colectivo juvenil de La Paz, nace el Observatorio Contra el Acoso Callejero de Bolivia (OCAC Bolivia) que se suma a los nodos latinoamericanos OCAC de Uruguay, Colombia, Nicaragua y Chile.

            OCAC Bolivia, al igual que sus organizaciones hermanas, tendrá por objetivo visibilizar el acoso sexual callejero en su país, educando, interviniendo e impulsando políticas públicas que busquen eliminar esta problemática social que afecta mayoritariamente a niñas y mujeres.

            Gabriela Deheza, psicóloga y fundadora de la iniciativa en Bolivia, explica que “lo que buscamos es primeramente obtener datos y cifras producto de una investigación. Posteriormente planeamos hacer una campaña para sensibilizar a la población acerca del tema tanto en escuelas, calles, universidades, ferias informativas y medios de comunicación, para dar a conocer la problemática ya que la mayoría naturaliza el hecho y desconoce los efectos psicosociales de ésta situación”.

            Como parte de su campaña de lanzamiento, OCAC Bolivia recolectará de testimonios de acoso callejero en buzones públicos. Además, estará informando y sensibilizando a la población en distintas ferias y talleres.

            OCAC Bolivia realizará campañas permanentes que busquen el tránsito seguro y tranquilo por las calles, brindará talleres de capacitación para la erradicación de las actitudes y los lenguajes sexistas a todas las esferas de la población, realizará investigaciones que contemplen el nivel de la problemática y finalmente lanzará la propuesta de una ley específica que sancione dichos actos.

            “OCAC Bolivia se suma al trabajo y compromiso que como región desarrollamos para combatir el acoso sexual callejero. Esta nueva red que poco a poco crece y se abre paso en los discursos de equidad de género, dando lugar a una nueva agenda política. Así, la construcción de sociedades mejores es algo que como América Latina trabajamos día a día, de forma unida y comprometida”, expresó María Francisca Valenzuela, presidenta de OCAC Chile.

            OCAC Latinoamérica

            OCAC Bolivia es el quinto nodo de la Red OCAC Latinoamérica, luego de las experiencias de Uruguay, Nicaragua, Colombia y Chile. Este último es el organismo fundador.

            “El acoso sexual callejero no es un problema exclusivo de un país, su impacto es mundial”, explica Valenzuela de OCAC Chile. “América Latina se encuentra fuertemente afectada por la invisibilización de este tipo de agresiones, por tener legislaciones insuficientes y por el poco o nulo compromiso gubernamental y ciudadano con sus víctimas. La violencia de género naturalizada impacta de forma negativa la seguridad y derechos de las personas al usar los espacios públicos. Estamos frente a un problema social que no requiere la organización de un país, sino de toda Latinoamérica”.

            Por eso, estos cinco nodos, y los que se sumen posteriormente, son fundamentales para ir construyendo una sociedad latinoamericana respetuosa con todas las personas.