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    Chile está en deuda con la mitad de su población: con las mujeres y niñas víctimas de acoso sexual callejero. Y la deuda crece al sumar a los varones y LGBT que lo sufren. ¿Qué ha hecho nuestro país para contrarrestar este fenómeno? Poco o nada. Chile está en deuda, pero puede enmendar y aprender de las experiencias exitosas de otros países, que han decidido combatir el acoso callejero.

    Tal es el caso de Bélgica, donde el acoso sexual callejero se visibilizó por del documental “Femme de la Rue” (Mujer de la calle), que mediante una cámara oculta mostró las diversas formas de acoso en las calles de Bruselas. Gracias al documental, se expuso en el tapete público una realidad que muchas mujeres belgas experimentaban a diario, lo que luego se materializó en la creación de una ley para combatir el acoso sexual callejero.

    Específicamente, la ley belga contra el sexismo define el acoso callejero como cualquier acción o conducta que tenga el evidente propósito de expresar desprecio por un persona o considerarla inferior, a causa de su género, dañando su dignidad. Bélgica ya contaba con una ley para luchar contra la discriminación entre hombres y mujeres, pero en palabras de la Ministra Federal de Igualdad de Oportunidades, Joanne Milquet, era necesaria “una gama de facultades mucho más amplias para poder enfrentar el acoso callejero”, por lo que la ley anti sexista apunta a complementar dicha normativa.

    Asimismo, esta norma considera variedad de circunstancias: reuniones o lugares públicos, en un lugar no público, pero abierto a una cantidad de personas con derecho a reunirse allí; en cualquier lugar en presencia de la persona ofendida y delante de testigos; a través de documentos, impresos o no, ilustraciones o símbolos, que hayan sido distribuidos, vendidos, o expuestos públicamente, o a través de un escrito o documento no hecho público, pero enviado o comunicado a varias personas.

    La preocupación por legislar no sólo ha surgido en Europa, sino también en Latinoamérica. Perú y Paraguay tienen proyectos de ley en tramitación, que abordan el acoso sexual callejero desde una perspectiva integral, apuntando a la participación de diversos ministerios, con el fin de prevenir este tipo de prácticas dentro de un contexto global de violencia contra la mujer.

    Y mientras tanto, en Chile, la deuda persiste: nuestra única iniciativa legislativa relacionada al acoso sexual callejero es del año 2011, cuando un grupo transversal de diputados presentó un proyecto de ley que tipificaba el delito de acoso sexual en público. Sin embargo, este proyecto no avanzó en su tramitación legislativa y solo consideraba las situaciones de acoso sufridas por mujeres.

    Así, la legislación chilena se queda corta a la hora de enfrentar el acoso sexual callejero y entregar respuestas a sus posibles víctimas. Y aunque el tema haya logrado posicionarse en la discusión pública, esto no se ha materializado en acciones concretas por parte de los legisladores, quedándonos relegados en comparación a la experiencia internacional.

    Parte del trabajo de OCAC Chile es tomar medidas concretas para combatir el acoso callejero, siendo una de ellas la creación de un proyecto de ley con un enfoque comprehensivo. Como Observatorio, consideramos necesaria la tipificación de esta conducta, un paso necesario para enfrentar de manera real las prácticas de acoso y abuso sexual callejero. Sólo así comenzaremos a saldar esta deuda con quienes sufren sistemáticamente esta violencia sexual.

    *Columna escrita por Constanza Parada, originalmente para El Quinto Poder

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      La aprobación casi unánime del proyecto revela la importancia del tema y la existencia de un “acuerdo sobre la necesidad de prevenir y sancionar este tipo de prácticas”, según Camila Bustamante, Vicepresidenta de OCAC Chile.

      A pocos días de la conmemoración del Día Internacional de la Mujer, el Congreso de Perú aprobó la “Ley de Prevención, Atención y Sanción del Acoso Sexual Callejero”, con 76 votos a favor, cero en contra y dos abstenciones. Quienes cometan este tipo de delitos arriesgan entre 1 y 12 años de cárcel.

      La normativa, que quedó lista para la promulgación del Ejecutivo, plantea prevenir y sancionar los actos de violencia sexual en el espacio público (calles, parques, entre otros) y en los medios de trasporte, que afecten la integridad física y moral de niños, adolescentes y mujeres.

      Ante la iniciativa peruana, Camila Bustamante, Vicepresidenta de OCAC Chile, señaló que “la aprobación de esta ley en Perú sienta un precedente muy importante a nivel latinoamericano, pues evidencia que es un problema real, que afecta a muchísimas personas y del que hay que hacerse cargo en todos los niveles.”

      La nueva ley peruana establece que quienes cometan actos de acoso sexual callejero tendrán sanciones de pena privativa de libertad, de acuerdo al nivel de agresión que ejerzan. Así, arriesgan entre uno y tres años si violentan a una persona a través de tocaciones, aumentará a cinco años si dicha acción se realiza con violencia explícita y amenazas y llegará a doce si el acto degrada o daña física y mentalmente a la víctima.

      En Chile, el problema de la violencia sexual en el espacio público progresivamente ha generado debates y cuestionamientos. Bustamante expresó que la aprobación casi unánime de este proyecto de ley en Perú demuestra que hay una discusión sobre el tema y que existe un “acuerdo sobre la necesidad de prevenir y sancionar este tipo de prácticas”.

      Lee el proyecto de ley aquí.