Tengo 13 años y hace algún tiempo me cambié de casa por el liceo. Debido a que cerca de mi hogar había una librería, fui a comprar un libro para entretenerme en las vacaciones. Mientras rondaba por el lugar, un hombre (de unos 45 años aprox.) me preguntaba cosas sobre qué libros necesitaba (él no trabajaba allí) y como aquel lugar era grande, me lo encontraba muy seguido. Cuando terminé de comprar mis libros, me devolví a mi casa y sentí que alguien me habló, era aquel hombre. Me dijo que yo era bien natural y bonita, y yo no le respondí, y me empezó a preguntar qué carrera estudiaba, que libros quería, incluso me habló sobre ir JUNTOS a una obra de teatro en “x” lugar. Al decirle que ya me iba a mi casa (un condominio, donde él ya no podía entrar), puso su mejilla en la mía y se despidió de lo más normal (en ese momento me dio asco). Si, es cierto que no me tocó, pero me sentí demasiado incómoda, y de cierta forma, vulnerable. Ese día (que era martes; hace muy poco) llegué a mi casa muy asustada y como estaba sola me asusté más y no paré de llorar en todo el día, me sentí con mucho miedo.
Ahora salgo a la calle con el temor de encontrármelo o encontrar a otros hombres que hagan lo mismo.
Al día siguiente, salí para juntarme con mi mamá en el centro para sacarme una foto del carnet y un hombre me silbó en la calle. Estoy realmente harta de esta situación. Yo soy una fanática de usar shorts y ahora salgo con miedo de usarlos ¿Cómo es posible que haya gente que no respeta a las mujeres?
Sé que soy muy pequeña, pero tengo el derecho para decir esto:
ES MÍ CUERPO; YO DOY PERMISO PARA QUE LO TOQUE QUIEN YO QUIERA, NO SOY UN JUGUETE O UN ANIMAL PARA QUE ME SILBEN EN LA CALLE O ME TOQUEN. NADIE TIENE EL DERECHO DE TOCAR UN CUERPO AJENO SI OTRO/A NO SE LO PERMITE; YO NO TENGO DUEÑO ADEMÁS DE MÍ MISMA. YO SERÉ LA QUE TE PERMITA TOCAR MI CUERPO O NO, RESPETA A LAS MUJERES.
Un saludo a las mujeres de mi edad, más chiquitas o más grandes. Yo doy mi testimonio porque estoy harta de ir a cualquier lugar público con el miedo a que un idiota me toque o diga cualquier comentario sobre mí o mi cuerpo que me incomode.