valparaiso

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    25 ciudades del país se unen a la convocatoria.

    En 1975, las Naciones Unidas declaró el 8 de marzo como la fecha oficial del Día Internacional de la Mujer, en recuerdo de los cientos de mujeres de una fábrica de textiles de Nueva York que salieron a protestar en contra de los bajos salarios que recibían, que eran menos de la mitad de lo que percibían los hombres por la misma labor, y que terminó con 120 mujeres fallecidas debido a la brutalidad con la que la policía actuó.

    Desde ese entonces, cada 8 de marzo, se conmemora a estas valientes mujeres que se atrevieron a alzar la voz y a luchar por sus derechos, pero también se recuerda a los movimientos políticos, sociales y culturales que a través de la historia han luchado por lograr la igualdad de derechos entre hombre y mujeres.

    Es por eso que este jueves más de 150 países preparan movilizaciones para exigir demandas históricas de las mujeres. En España las organizaciones feministas, emulando la huelga simbólica de las islandesas que en 1975 paralizaron el país, llamaron por primera vez a una huelga general contra la discriminación de género bajo el lema “Si nuestras vidas no valen, ¡produzcan sin nosotras!”. Mientras que Argentina por segundo año consecutivo realizará un paro general de mujeres; el año pasado fue bajo la consigna #NiUnaMenos y esta vez por #AbortoLegalYA.

    Chile tampoco queda ajeno a estas movilizaciones. Diversas organizaciones sociales, feministas  y sindicales estarán realizando actividades a lo largo del país para exigir un futuro más justo, menos violento y más feminista.

    Si bien en el actual Gobierno se han realizado avances como la despenalización del aborto en tres causales y la urgencia que se le dio al proyecto de ley de Identidad de Género, aún queda mucho por avanzar en temas de brechas salariares entre hombres y mujeres; en la falta de mujeres en altos puestos; en la discriminación por la maternidad; en la desvalorización del trabajo no remunerado que las mujeres hacen en las casas; en la violencia de género, en el acoso sexual callejero, entre otros.

    En ese contexto, el Observatorio Contra el Acoso Callejero de Chile (OCAC Chile) invita a hacer un alto en la rutina diaria, a reflexionar y a adherir a las movilizaciones convocadas para exigir igualdad de derechos, construir un mundo libre de discriminación y exclusión, y frenar todo tipo de violencias, en especial, las que se ejercen a diario en las calles y en el transporte público.

    Proyecto de ley Respeto Callejero

    Caminar en paz por la calle es un derecho, pero no todos ni todas lo disfrutan por igual. La primera encuesta nacional que realizó OCAC arrojó que, en promedio, las encuestadas comenzaron a sufrir acoso a los 14 años y que un 20% de las mujeres adultas lo sufrían todas las semanas. En un segundo estudio, realizado entre noviembre de 2014 y enero de 2015, llamado: “¿Está Chile dispuesto a sancionar el acoso callejero? Estudio de caracterización y opinión sobre el acoso sexual callejero y sus posibles sanciones”, se constató que tres de cada cuatro personas habían sufrido acoso sexual callejero en Chile, en los últimos 12 meses. Es decir, un 75% de la población. En el caso de las mujeres, la cifra llegó al 85% y de los hombres al 55%.

    Tras estos estudios es que en marzo de 2015 OCAC ingresó al Congreso el proyecto de ley Respeto Callejero que tipifica y sanciona el acoso sexual. Luego de un año de tramitación, la iniciativa legal fue aprobada de forma unánime en la Cámara de Diputados. Sin embargo, desde su aprobación, no ha habido voluntad política para aprobar este proyecto de ley que lleva dos años durmiendo en el Senado.

    Marchas a nivel nacional

    25 ciudades de Chile se unen a la convocatoria de la jornada de protesta del Día de la Mujeres Trabajadoras #ContraLaPrecarizaciónDeLaVida.

    calendario

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      Una de cada diez alumnas/os de la facultad de filosofía y educación del plantel  ha sido víctima de acoso.

      El Observatorio Contra el Acoso Callejero (OCAC Chile) participó en la entrega de los resultados de la primera encuesta sobre Acoso Sexual en la Universidad que realizó la Coordinadora de Género y Sexualidad  (CEGESEX) de la Pontificia Universidad Católica de Valparaíso (PUCV), junto al Centro de Prevención y Atención Reparatoria a Mujeres Sobrevivientes de Violencia Sexual de Valparaíso (CVS).

      La encuesta se aplicó en 2015 en la Facultad de Filosofía y Educación de dicha Universidad y tuvo por objeto visibilizar las prácticas de violencia sexual dentro del ámbito universitario actual, como también conocer lo que los y las estudiantes de la facultad saben acerca de este tipo de violencia.

      En la presentación de la encuesta partició la Directora del Área de Estudios de OCAC Chile, María José Guerrero, quien sostuvo que “urge crear un protocolo que dé cuenta de estos fenómenos porque lamentablemente, las universidades regulan el acoso entre funcionarios o académicos a través de normativas laborales, pero no cuando ocurre entre estudiantes”.

      Cabe destacar que la encuesta arrojó que de 451 alumnos y alumnas encuestados de la Facultad de Filosofía y Educación de la PUCV, más del 10% sufrió violencia sexual en contextos universitarios. El 75% de éstos ocurrió entre estudiantes de la facultad, donde las mujeres fueron las principales víctimas.

      En cuanto a los casos de acoso en diversas universidades del país, Guerrero dijo que “ha sido una bomba de tiempo que empezó a explotar de a poco. Lamentablemente, nosotras somos pares hasta que nos atraviesa el género. Somos mujeres con posibilidad de ser víctimas y nuestros compañeros, hombres con posibilidad de ser victimarios. No podemos seguir haciendo la vista gorda”, afirmó.

      Camila Bustamante, socióloga experta en acoso sexual en espacios universitarios y parte de OCAC Chile, comenta que “es un fenómeno que ocurre, probablemente, desde que las mujeres ingresaron a estos espacios educativos. Sin embargo, solo en el último tiempo se ha visibilizado como un problema real, debido a que las víctimas, cansadas de la incapacidad de las instituciones de hacerse cargo y sancionar a los acosadores, han hecho públicas sus denuncias”.

      Como plantea Guerrero, uno de los grandes problemas es que las normativas de acoso sexual se circunscriben a los espacios laborales, por lo que sólo abordan los vínculos entre trabajadores/as y de trabajadores/as a estudiantes. Sin embargo, el acoso sexual entre estudiantes de una misma casa de estudios queda absolutamente desregulado.

      En ese sentido, Bustamante afirma que “es necesario contar con leyes que se basen en una concepción amplia de violencia de género que, además de la violencia intrafamiliar y el femicidio, contemplen otros fenómenos como el acoso sexual en espacios educativos y públicos, la violencia obstétrica y el sexismo en los medios”.

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         principal testimonios

        En estas calles de Chile, muchas mujeres han sufrido algún tipo de acoso. En algunos casos, más de uno. Las calles de Valparaíso no son para nada tranquilas y no hay diferencia entre noche y día. Las personas que presencian estas situaciones no hacen más que eso, presenciar el abuso.

        Hoy, un tipo algo ebrio -la verdad, ebrio era lo menos que podía tener, probablemente tenía otro tipo de droga en el cuerpo y no me refiero a marihuana- me tiró el pelo e intentó acosarme No me soltó inmediatamente, por lo que le dije “oye, para la hueá” y comenzó a insultarme. No me dejó seguir mi camino e intentaba provocarme para que le pegara. Me decía “pégame,
        poh”, reiteradas veces. Su “acompañante” rápidamente se fue. Pude hacerme a un lado e intentar seguir mi camino, pero el tipo caminaba detrás de mí y me decía; “cuando esté sano, te las vas a ver conmigo”, “¿acaso no me has visto?, ¿no me conoces maraca culiá?”, y volvía a repetir “cuando esté sano te las vas a ver conmigo”.

        Era un tipo que no se veía de poco dinero. Tomé mi celular, me vio y cruzó la calle. Inmediatamente, se fue. Carabineros no contestó en las más de cinco llamadas que hice. Unos bomberos me dijeron que  tomara la micro para irme a casa, que los carabineros no contestan, ellos me “custodiaron” mientras tomaba la micro.

        Es horrible cómo muchas mujeres que son acosadas -y otras hasta violadas- no pueden obtener justicia en este país, pues estos tipos saben muy bien que con contactos y dinero salvan la situación. Como mujer, ya estoy cansada de ver y de tener que cruzar o “dar la vuelta más larga” para poder ir un poco, solo un poco, más segura. Estoy cansada y me da mucha impotencia tener que soportar este tipo de situaciones, ya que el tipo que tienes en frente es muy poderoso o simplemente no hay asistencia policial. IMPOTENCIA.