“Me miraron el escote, yo me tapé con mi chaleco, entonces uno gritó: “Qué te tapai, flaca culiá, si no tenís ni una hueá””
Hoy iba caminando por Vespucio, hacia Escuela Militar. En el taco, un camión Abastible con cuatro hombres arriba, paró al lado mío. Los tipos me miraron el escote, mientras se lamían los labios, haciendo el típico ruido de succión que viene antes de la frase de acoso. Yo tomé mi chaleco y me tapé hasta el cuello. Entonces, uno de ellos me grita “Y QUÉ TE TAPAI, FLACA CULIÁ, SI NO TENI NI UNA HUEÁ”.