”Cuando pasé a su lado, el sujeto se dio vuelta y me mostró toda su cosa sacudiéndola”
Mi mañana comenzó muy normal. Era 11 de septiembre por lo que casi todas las universidades estaban cerradas, claro a excepción de la mía. La mañana estaba muy helada y la calle prácticamente desierta, no había ningún universitario cerca, solo una que otra persona que se me cruzaba en el camino. A tres cuadras de mi universidad vi un sujeto haciendo pipi en un árbol, miré hacia otro lado y reduje mi paso para que terminara antes de que yo pasara, pero él seguía parado ahí.
Cuando pasé a su lado, el sujeto se dio vuelta y me mostró toda su cosa sacudiéndola. Junto con ello me dijo algo, pero de nervios no recuerdo nada. Comencé a a caminar más rápido y a rogar porque no me siguiera pero el loco comenzó a caminar atrás de mi y a decirme que lo disculpara y que “esas cosas pasaban”, desde adentro con todo el temor del mundo saqué algo de voz para gritarle con tono irónico: “claro poh, estas cosas pasan”. Luego de eso corrí a mi universidad, llegué con los ojos empapados y más nerviosa que nunca. Definitivamente lo más aterrador fue sentir que no tenía a nadie que me pudiese socorrer.