“Me hizo sentir asquerosa, sucia, con el autoestima más por el suelo de lo que ya estaba”
Un día salí a caminar y un tipo que vendía cómics en la calle, me preguntó si me gustaban. No ando por la vida pensando que la gente es malintencionada y creí que serían un par de minutos de conversación interesante, así que le dije que sí. Él me dijo que me quería hacer un regalo, un dibujo de un superhéroe. Pasó un segundo y el tipo me tomó la polera y me metió el dibujo a los sostenes.
Yo me eché para atrás y le dije “¡NO!”, y me empecé a ir media congelada, caminando como robot, descolocada. Entonces él me empezó a gritar “es porque eres gordita, verdad”, “¡es porque erís guatona!”. Yo me alejé más rápido y como una cuadra lo escuché gritarme “guatona culiá”, más de una vez. Él estaba con un amigo y los dos se rieron en mi cara. Yo estaba con depresión y es verdad que estaba pasada de peso, pero ¿a él qué le importa? Además él me abordó a mi. Él no sabe por qué yo estaba así. Me hizo sentir asquerosa, sucia y con el autoestima más por el suelo de lo que ya estaba.
Ha pasado como un año y medio de esa situación y aún me cuesta mucho relacionarme con los hombres. Odio caminar por la calle y sentirme congelada y como robot cuando siento esas miradas asquerosas, los comentarios, los silbidos y -peor aún- los toqueteos. Yo sé que esto me afectó de sobremanera debido al estado emocional en el que me encontraba en ese momento y en el que aun estoy un poco. Pero ninguna, NINGUNA mujer merece ser tratada de esa forma.
Quiero dejar de sentirme así. Cada vez que me pasa algo en la calle me acuerdo de esa situación. Con cada “preciosa”, que algunos estúpidos piensan que es de los más “educado” o “poético”, me acuerdo de esa situación.
Ahora estoy mejor anímicamente y automáticamente “mejoró” mi apariencia. Lo pongo entre comillas, porque eso al final sólo tiene que ver con los cánones dictaminados por la publicidad sexista y demases. Al final sólo es peor, porque ahora recibo el doble de molestias en la calle.
El machismo tiene que morir y ojalá pronto. Yo no quiero nuevas generaciones de mujeres volviendo a pasar por estas situaciones una y otra vez.